La Asociación Mujeres del Agro de Chile, Amagro, nace en abril del año 2023 de la necesidad de valorar, reconocer, visibilizar y potenciar el desarrollo y trabajo de la mujer en las distintas áreas del agro. A la asociación pertenecen actualmente 392 mujeres de todo el país, desde Arica y Parinacota hasta la Región de Aysén. Hoy en día, después de casi un año de trabajo, el desafío es claro: la necesidad de generar un nivel de empoderamiento en la mujer para que así su inclusión en la agricultura sea firme y contundente.

La misión de Amagro se centra en unir a estas mujeres en una comunidad, visibilizando la labor que cada una realiza en su lugar de trabajo.

«A pesar de que la agricultura ha sido tradicionalmente un ámbito dominado por hombres, cada vez más mujeres se están integrando, desempeñándose con éxito, aunque su contribución muchas veces pasa desapercibida en eventos y convenciones donde predominan los hombres. Sin embargo, existe una gran cantidad de mujeres trabajando en la agricultura, especialmente en áreas rurales, dedicadas a labores en la tierra y en la cosecha de frutas, donde representan el 80% de la fuerza laboral. Esta realidad se extiende también a las plantas de embalaje, donde un 60% de las trabajadoras son mujeres», menciona Patricia Benavente, presidenta de Amagro.

La idea de Amagro surge con el propósito de unir a las mujeres, que a menudo enfrentan un trabajo solitario y difícil en el campo, desafiando los paradigmas de género arraigados durante años que relegaban a las mujeres al ámbito doméstico. La asociación busca apoyar y visibilizar a estas mujeres, ofreciéndoles una comunidad y acceso a diversas oportunidades dentro de la industria agrícola. Su objetivo es mostrar que el trabajo agrícola realizado por mujeres es valioso y una oportunidad para la industria, especialmente en un sector como la fruticultura, donde la mano de obra femenina es fundamental.

«Una de las cosas más lindas de Amagro es que se compone por mujeres de diferentes áreas, desde profesionales a mujeres rurales, que es el nombre que le damos a las que se dedican al trabajo de la tierra y las cosechas», añade Benavente.

EL ACTUAL DESAFÍO

Si bien la integración de las mujeres en el agro ha ido en constante aumento, la institución y la industria en sí todavía tienen un gran desafío: empoderar a las mujeres para que tomen un rol protagónico en el agro.

«Ingresar y capacitarse más en el campo del liderazgo es un desafío considerable. Requiere una gran disposición de tiempo, lo cual puede ser complicado para las mujeres, que deben cumplir con distintos roles en el hogar. Compartir responsabilidades de liderazgo con las responsabilidades familiares puede resultar difícil, ya que los roles en el campo exigen mucha dedicación y tiempo adicional, que a veces las mujeres no pueden asumir por completo», explica Benavente.

En cuanto al liderazgo de las mujeres en la agricultura, se reconoce que muchas están altamente capacitadas, con estudios avanzados, pero enfrentan dificultades al integrarse plenamente a la vida en el campo. Esto puede afectar su confianza en sí mismas y su capacidad para liderar equipos en entornos rurales, donde enfrentan desafíos particulares para ganar respeto y reconocimiento.

La presidenta de Amagro aborda el gran desafío que tiene hoy en día la comunidad agrícola femenina diciendo que «el empoderamiento de las mujeres en este contexto es una tarea que involucra a todos: a la industria agrícola, el Gobierno, las familias y la sociedad en general. Es importante que desde temprana edad las niñas no sean encasilladas en roles de género predefinidos, especialmente en familias rurales donde tradicionalmente se espera que las mujeres se desempeñen en roles domésticos. Es necesario promover una cultura que fomente la igualdad de oportunidades y el reconocimiento del valor del trabajo femenino en todos los ámbitos, incluida la agricultura».

¿POR QUÉ EL AGRO ES UN BUEN CAMINO PARA LAS MUJERES?

Para Patricia, las ventajas de dedicarse a la agricultura en Chile son claras, el trabajo en el campo es algo apasionante y que con la delicadeza femenina es simplemente cautivador, pero ¿qué debe tener en cuenta una mujer al momento de decidir dedicarse al agro?

Sobre lo anterior, la presidenta de Amagro plantea lo siguiente: «Bueno, para comenzar, esa persona tendría que evaluarse y analizar sus competencias. ¿Realmente disfruta trabajar la tierra? ¿Se siente feliz en el ambiente rural? Si la respuesta es sí, entonces está en el camino correcto. Es importante que se sienta segura de que realmente quiere embarcarse en este camino, ya que implica un cambio de vida significativo.

Tendrá que ser fuerte para enfrentar los desafíos que puedan surgir al mudarse a otra ciudad y alejarse de su comunidad. Además, es fundamental que se nutra internamente, tanto espiritual como emocionalmente, para fortalecer su seguridad en sí misma y sus habilidades de liderazgo».

Según datos del Ministerio de Educación, al 2022 las mujeres en la carrera de Agronomía representaban más de un 50% de la población estudiantil, lo que la convierte en una carrera liderada por mujeres. Esto apoya el pensamiento que tienen desde Amagro que plantea la preferencia de las mujeres por dedicarse al agro. La profesionalización es uno de los primeros pasos para que las mujeres igualen la cancha con los hombres, sobre todo en puestos de tomas de decisiones, en donde han sido y son históricamente minoría.

«Las mujeres llevan años intentando entrar al agro como profesionales. Lo logramos, me incluyo en esto, pero eso no es suficiente. No puede ser que nos conformemos con entrar porque somos capaces de estar en puestos de tomas de decisiones o incluso de liderar la industria, solo nos falta creernos más el cuento y asumir que somos capaces», cuenta Benavente.

El pensamiento de Benavente es compartido por el resto del directorio de Amagro. La organización tiene entre sus objetivos capacitar y dar charlas para llegar a las mujeres que hoy se dedican el agro para poder convencerlas de su potencial.

«La mujer tiene la capacidad de ser una buena negociadora e intuitiva, especialmente en lo que respecta a las relaciones humanas y los recursos humanos. Creemos que tanto hombres como mujeres deben estar presentes en todas las jerarquías de liderazgo y jefaturas, pero lamentablemente todavía existe una falta de inclusión en este aspecto. Estamos trabajando activamente en nuestra comunidad y redes de asociaciones para conectar a las mujeres y proporcionarles acceso a más información.
Creemos que mientras más información tengan, mejor podrán tomar decisiones. Todo esto se considera como condiciones y características fundamentales para su desarrollo y éxito», cuenta la presidenta de la asociación.

«Un ejemplo claro de todo esto es lo que les pasa a muchas mujeres, que además de trabajar deben dedicarse a la casa y eso hace que su prioridad no sea el seguir creciendo agrícolamente hablando, la preocupación por los niños es mayor y esa es una de las cosas que queremos cambiar, que el cambio sea en delegar más trabajo en el hogar y no en su entorno laboral. Todo esto que digo no solo incluye al agro, estamos hablando del rol de la mujer en general, que la mayoría de las veces prefiere postergar su vida laboral que su rol como jefe de hogar, cuando no es lo que desean, por una presión social… ya no más, desde Amagro estamos convencidas de que la mujer se la puede con todo y más», exclama Patricia Benavente.

El rol de la mujer en la sociedad chilena actual está demostrado que puede ser compartido con el de los hombres, no existen diferencias que generen una desigualdad de condiciones para desempeñar los mismos roles.

Fuente: Revista del Campo