La industria fitosanitaria de innovación dirige gran parte de sus esfuerzos a la investigación y desarrollo de nuevas herramientas de protección para los cultivos y así entregar a los agricultores productos fitosanitarios nuevos, más efectivos y más seguros para los agricultores, consumidores y el medio ambiente.

La industria fitosanitaria que realiza I+D, invierte más de 6.000 millones de dólares cada año, de los cuales 2.959 corresponden a desarrollo de nuevos productos fitosanitarios. Descubrir, desarrollar y testear nuevos productos es un proceso largo y complejo, resultado de un milimétrico trabajo en laboratorio y en campo, en el que participan científicos de distintas disciplinas.

En promedio este proceso dura nueve años de trabajo e implica más de 120 ensayos, estudios y evaluaciones que analizan el comportamiento del producto desde la perspectiva agrícola, ambiental y de salud. Este proceso tiene un costo de más de 250 millones de dólares, los que han ido en aumento.

Además, la industria fitosanitaria de innovación es uno de los sectores con más alto riesgo de inversión en el mundo, ya que el desarrollo de un producto puede cancelarse en cualquier momento y sólo una de 140 mil moléculas estudiadas por la Industria agroquímica logra pasar del laboratorio al campo.