Francisca Gebauer, directora ejecutiva, y Maritrini Lapuente, directora, de CampoLimpio, se reunieron con Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), y Juan Pablo Matte, secretario general de dicha organización, para abordar la importancia de una gestión sostenible de los envases agrícolas en el país. Durante el encuentro, se destacó el papel fundamental de CampoLimpio como el primer y único sistema de recolección y reciclaje de envases agroindustriales que contribuye al cumplimiento de la Ley N° 20.920, conocida como la Ley REP. Este modelo promueve la responsabilidad extendida del productor y ofrece una solución ambiental para los envases de fitosanitarios, fertilizantes foliares, bioestimulantes y otros productos agrícolas. Además, permite a los agricultores cumplir con la normativa vigente y evitar sanciones que pueden ascender hasta las 5.000 UTA.
La Ley REP establece que las empresas que comercialicen alguno de los productos prioritarios listados en la misma son responsables de organizar y financiar la correcta recolección y reciclaje de los residuos generados por sus productos, incluidos los envases de fitosanitarios. A su vez, la Ley obliga a los agricultores a realizar el Triple Lavado a los envases vacíos y entregarlos en los sistemas de gestión autorizados, lo que contribuye significativamente a reducir los impactos ambientales y fomenta la economía circular.
Durante la reunión, se detalló cómo el Sistema de Gestión CampoLimpio facilita el cumplimiento de esta normativa a través de su red de centros fijos y puntos móviles distribuidos a lo largo del país, y se discutieron posibles alianzas estratégicas con la SNA para masificar la recolección de envases en todo el país. También se exploraron estrategias para mejorar la trazabilidad de los envases y aumentar la participación de los agricultores en el sistema, con el fin de ampliar el impacto positivo en el sector agrícola chileno. El encuentro destacó la importancia de la colaboración entre ambos actores para cumplir con las normativas ambientales y contribuir al desarrollo de una agricultura más responsable y alineada con los principios de la economía circular.