Recientemente, se llevó a cabo el seminario “Evaluación de Riesgos de los Productos Fitosanitarios”, organizado por AFIPA en colaboración con CropLife Latin America en el marco del proyecto “Agricultura Sostenible en Acción”, el cual reunió a expertos del sector agrícola y autoridades para abordar temas cruciales sobre la seguridad y regulación de productos utilizados en la agricultura basada en evidencia científica.

La jornada comenzó con las palabras de bienvenida de Patricia Villarreal, directora ejecutiva de AFIPA, quien destacó la importancia de la evaluación de riesgos en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y seguras. “Estamos muy felices de haber organizado esta actividad. Creemos que es una instancia de participación valiosa, donde es fundamental escucharnos, incluso aunque tengamos diferencias. Nuestro propósito común es lograr más alimentos seguros e inocuos, además de garantizar la sostenibilidad de la agricultura”, afirmó.

Rodrigo Sotomayor, director (s) del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), también dio unas palabras de bienvenida en representación del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, quien por motivos de agenda no pudo estar presente. “Felicitamos la realización de este seminario, que se alinea con nuestra misión de promover prácticas agrícolas responsables”, expresó. Además, destacó que “la evaluación de riesgos es fundamental para proteger nuestra agricultura y población. A través del trabajo conjunto entre entidades públicas y privadas, podemos asegurar que nuestras normativas se mantengan actualizadas y alineadas con los desafíos actuales”.

El seminario continuó con la presentación de Gustavo Sotomayor, coordinador del Área de Evaluación de Riesgos Alimentarios de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (ACHIPIA), quien abordó la evaluación de riesgos para productos alimentarios. “La regulación en Chile ha logrado adecuarse a las realidades de la Unión Europea y Estados Unidos, pero aún necesitamos actualizar datos, como la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA), para reflejar la situación actual de nuestra población”, indicó.

A continuación, Daniel Rebolledo, coordinador de Proyectos de Investigación en el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC), profundizó en la evaluación de riesgos de productos fitosanitarios. “La evaluación de riesgos incluye una serie de metodologías que permiten identificar efectos adversos potenciales y establecer concentraciones seguras basadas en evidencia científica rigurosa”, explicó, destacando que estos estudios consideran factores como la toxicidad de los productos y su impacto a largo plazo en la salud pública. 

La última presentación  fue la de Lauren Bacon, senior biologist de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EjjjioPA), quien ofreció un panorama del nivel de evaluación de riesgos de pesticidas en su país, destacando las políticas y metodologías implementadas para garantizar la seguridad alimentaria y ambiental. “El enfoque de la EPA se basa en datos científicos sólidos, lo que nos permite adaptarnos continuamente a los desafíos emergentes en la evaluación de riesgos”, afirmó.

El seminario culminó con una mesa redonda moderada por la Directora Ejecutiva de AFIPA, donde participaron Mabel Oyarzún, del Departamento de Salud Ambiental, subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud (MINSAL); Rodrigo Sotomayor, director (s) del SAG del Ministerio de Agricultura (MINAGRI); Gustavo Sotomayor, coordinador del Área de Evaluación de Riesgos Alimentarios de ACHIPIA; y Daniel Rebolledo Fuentes, coordinador de Proyectos de Investigación en CITUC. Los panelistas respondieron y compartieron sus visiones sobre los desafíos y oportunidades en la regulación de productos fitosanitarios, enfatizando la necesidad de colaboración entre sectores para lograr una agricultura más sostenible.

Mabel Oyarzún señaló la necesidad de actualizar herramientas fundamentales como la ENCA: “Nos enfrentamos a una necesidad urgente de actualizar nuestras herramientas para poder tomar decisiones reguladoras basadas en datos científicos actuales. La salud pública se ve directamente afectada por las políticas que implementamos hoy en base a información de hace más de una década”.

Por su parte, Daniel Rebolledo profundizó en la importancia de la comunicación de riesgos: “Un problema recurrente que vemos es que la percepción de riesgo en torno a los productos fitosanitarios está distorsionada. Existe una falsa creencia de que los productos más ‘verdes’ o ‘biológicos’ son seguros, cuando en realidad el mal uso o la falta de precaución puede generar efectos adversos graves. La comunicación clara es vital para evitar intoxicaciones menores”.

Rodrigo Sotomayor reflexionó sobre la evolución de las normativas: “Hoy día favorablemente los dos modelos, el europeo y el estadounidense, se parecen un poco más, y Chile también ha logrado adecuarse a estas realidades. Sin embargo, necesitamos urgentemente una nueva encuesta de consumo alimentario que refleje la realidad actual”.

Los panelistas coincidieron en que, aunque se ha avanzado en la adecuación de las normativas chilenas a los estándares internacionales, el trabajo continuo y la actualización de datos son cruciales para garantizar la seguridad y sostenibilidad de la agricultura en el país.

Finalmente Patricia Villarreal reafirmó el compromiso de AFIPA con la promoción de prácticas agrícolas responsables y el fortalecimiento del trabajo conjunto para garantizar la seguridad de los productos alimentarios. “Es fundamental que sigamos creando espacios de diálogo donde todos los actores de la cadena agroalimentaria puedan participar y aportar. Sólo así podremos seguir avanzando hacia una agricultura más segura y sostenible para el país”, señaló.

El cierre del seminario estuvo a cargo de Vicente Bravo, presidente de AFIPA, quien también subrayó la relevancia del diálogo y la colaboración en la construcción de un futuro agrícola sostenible: “AFIPA está a disposición para gestionar, participar y establecer todas las mesas de trabajo necesarias. Aunque a veces son conversaciones difíciles, el objetivo común de todos es crear alimentos inocuos y sanos, y hacerlo de manera lo más sustentable posible”, comentó. Además, destacó la importancia de integrar tanto productos de origen químico como biológico en un sistema de producción integrado: “El futuro agrícola de Chile tiene una oportunidad gigantesca gracias al clima y al nivel de profesionales que tenemos”.

Vicente Bravo reiteró el compromiso de AFIPA con el desarrollo de soluciones para la producción agrícola: “Estamos disponibles para seguir desarrollando y aportando al país en más soluciones para la producción agrícola. La clave está en fomentar el diálogo entre los actores para facilitar la interpretación y ejecución de normativas, y así garantizar que Chile continúe construyendo un futuro próspero en el ámbito agrícola”.